En el pleno de hoy del Parlamet balear se ha discutido una Proposición no de Ley en defensa del Estado de Derecho y de la cohesión de España que ha presentado el PP y que Ciudadanos (C’s) ha apoyado. No obstante, ha sido rechazada con 37 votos en contra y 21 a favor. El PSOE, Podemos, MES y el Pi han votado en bloque en contra de un documento muy básico de defensa del orden constitucional y de la unidad de España. Esta iniciativa del grupo popular es muy similar a la que nuestro partido presentó hace aproximadamente un mes, y que también fue rechazada por la Cámara balear.
El pleno ha empezado, como es habitual, con las preguntas que la oposición formula al Govern. Nuestra diputada Olga Ballester ha preguntado al conseller de Educación, Martí March: “¿Hasta qué punto la autonomía del centro escolar puede entrar en colisión con el derecho de los padres a escolarizar a sus hijos en su lengua materna?”. Concretamente, la intervención de nuestra diputada ha sido la siguiente:
Sr. conseller creo que usted estará de acuerdo conmigo en las bondades que supone para un niño estudiar en su lengua materna, tanto para iniciarse en la expresión escrita y comprensión de textos como para ir aumentando y consolidando dicho aprendizaje en el tiempo al poder unir el nuevo vocabulario y conocimientos adquiridos en el colegio a todo aquello aprendido en su entorno familiar.
De hecho, por la importancia que tiene la lengua materna en el aprendizaje de los alumnos, los derechos lingüísticos en comunidades con varias lenguas oficiales están reconocidos por la UNESCO, en nuestra Constitución y en la Ley Orgánica de Educación. Sin embargo en la comunidad bilingüe de Baleares usted permite y apoya un Sistema Educativo Público monolingüe en catalán. Usted como máxima autoridad de educación en Baleares usa un cargo público para violar los derechos de muchos niños de baleares y además cierra los ojos a las nefastas consecuencias que esa falta de derechos conlleva sobre cada alumno balear castellanohablante al ralentizar y obstaculizar su pleno aprendizaje y desarrollo personal. Es decir , con su decisión se consigue justo todo lo contrario de lo que debería ser la finalidad de cualquier sistema educativo.
¿Qué puede haber tan importante Sr. Martí March, como para permitir que se tome una decisión que afecta de manera tan cruel y nefasta sobre tantos niños y que a usted y a su gobierno del PSIB Y MES les dé igual? Y siempre le hago la misma pregunta Sr. conseller: ¿Por qué? Por qué no diseña una enseñanza pública para todos, una enseñanza exquisitamente bilingüe, una educación pública libre de discriminación? Y usted o no me contesta o se escuda en la autonomía de los centros.
La respuesta del conseller ha sido, como casi siempre, evasiva.
Posteriormente, Olga Ballester ha intervenido también en el debate de una moción presentada por el PP sobre política en materia de discapacidad. Su discurso ha sido el siguiente:
Las personas con discapacidad constituyen un sector de población heterogéneo, pero todas tienen en común que, en mayor o menor medida, precisan de garantías suplementarias, es decir de una atención específica para poder vivir con plenitud de derechos y para participar en igualdad de condiciones con el resto de ciudadanos en la vida económica, social y cultural del país.
La Constitución española, en su artículo 14, reconoce la igualdad entre las personas, “sin que pueda prevalecer discriminación alguna”. A su vez, el artículo 9.2 establece que “corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la igualdad de las personas sea real y efectiva, removiendo los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitando su participación en la vida política, cultural y social”.
Así pues la atención a este colectivo de población se convierte en un reto ineludible para los poderes públicos al ser esta atención el vehículo que poseerán las personas con discapacidad para poder obtener sus derechos constitucionales que les corresponden como ciudadanos. Una atención que requiere de un marco estable de recursos y servicios. Una atención personalizada y coordinada entre todas las administraciones para facilitar a las familias el acceso a los diferentes servicios. Una atención sostenida en el tiempo y adaptada al actual modelo de nuestra sociedad en el que suelen trabajar ambos cónyuges. Una atención que cubra las diferentes necesidades de cada persona a lo largo de su vida teniendo como objetivo la promoción de la autonomía personal y la igualdad de oportunidades para la consecución de un proyecto de vida.
Así pues, estamos de acuerdo con el punto uno de la moción que insta al Govern, a los poderes públicos,a garantizar el desarrollo continuado de la persona con discapacidad a través de los diferentes servicios mediante la creación de un itinerario vital personalizado y unificado y que sea coordinado desde una única administración.
En cuanto al punto dos, desde Ciudadanos (C’s) creemos que la partida presupuestaria de 2016 destinada a discapacidad debería ser lo suficientemente importante para intentar que ningún solicitante quedara desatendido. El perjuicio diario sobre estas personas que están en lista de espera y sus familias es demasiado levado como para no priorizar la inversión en este sector.
Así pues no podemos más que estar de acuerdo con este punto de la moción que insta al Govern a establecer un modelo que garantice la creación anual de nuevas plazas en todas las islas con el objetivo de avanzar hacia el 100% de la cobertura de la demanda.
Después ha tenido lugar el debate de la PNL del PP en defensa del orden constitucional y la unidad de España. Por parte de Ciudadanos (C’s) ha tomado la palabra Xavier Pericay, que como ya hemos dicho, ha sido rechazada por la mayoría de la Cámara balear. Su discurso ha sido el siguiente:
Sa casualitat, o pentura s’oportunitat i es càlcul, han volgut que aquesta proposició no de llei que estam debatent avui coincidesqui amb una resolució aprovada ahir en es Parlament de Catalunya per la qual se dóna es sus an es “procés de creació de s’Estat català independent en forma de República” i en què s’insta es Govern de sa Generalitat a “desconnectar” –és es terme que utilisen– un tros d’Espanya de la resta des territori legalment constituït. Una resolució, idò, que té com a objectiu rompre de manera unilateral s’unitat, s’integritat, sa cohesió de s’Estat de dret.
Fa cosa d’un mes i mig, Ciutadans va presentar aquí mateix, i a una desena de parlaments autonòmics, una proposició no de llei molt parescuda an aquesta. Tenia, diria jo, es valor de s’anticipació, encara que es ritmes parlamentaris mos duguessin a defensar-la quan ses eleccions autonòmiques a què feia referència ja s’havien celebrat. I aquest valor anticipatori se confirma també avui.
Probablement perquè no hi ha cap altre partit a Espanya que hagi advertit amb més temps i amb més contundència –a qui volgués escoltar-lo, això sí– de lo que podia passar si no s’aturava es procés de deslleialtat cap a s’Estat, de deslegitimació institucional i de vulneració des drets des ciutadans emprès pes Govern de sa Generalitat catalana. Ciutadans sí ho va fer. I des des primer moment, o sigui, des de fa una bona partida d’anys.
Per això podem parlar avui amb coneixement de causa. Per això podem afirmar avui que lo que està passant a Catalunya afecta tots es ciutadans espanyols –i per tant també es ciutadans de Balears–, i això ja basta a justificar que ho estiguem debatent en aquesta Cambra. Perquè lo que passa és greu, gravíssim. I no se tracta, com diuen alguns, des dret a decidir des pobles; ni des xoc entre dos governs, obsessionats a no voler negociar; ni des problema d’encaix d’una part en es tot. Se tracta, clar i llampant, d’un cop d’Estat, un cop d’Estat promogut per un Govern deslleial que ha arrossegat una majoria parlamentària –que ni tan sols representa una majoria d’electors– en una aventura irresponsable, il·legal i de conseqüències imprevisibles.
I davant això, lo que a mi me sorprèn és sa reacció de certs grups d’aquest Parlament. Que es diputats de Més estiguin encantats amb lo que està passant a Catalunya és comprensible. Si jo fos pancatalanista i sobiranista, també ho estaria, no en dubtin. Que es diputats de Podem aprofitin s’ocasió per proferir també sa lletania des drets des pobles –de tots es pobles, segons sembla, manco s’espanyol– i per exigir an es Govern central que renuncii an es seus deures com a garant de s’Estat de dret, també resulta comprensible. As cap i a la fi, tant un partit com s’altre fan de sa desobediència i de s’atac an es sistema ses seves senyes d’identitat.
Ara, que un partit com es partit socialista presenti una esmena de modificació en què reclama una reforma constitucional apel·lant al mantra del federalisme i del diàleg just per no haver de votar a favor de sa proposició des partit popular; això, què volen, no només és irresponsable, sinó alarmant.
Perquè vostès, senyores i senyors des partit socialista, aspiren, si no vaig errat, a governar Espanya. De fet, cada vegada que prenen sa paraula en aquesta Cambra mos anuncien que es 20 de desembre tot canviarà. Fins i tot han construït uns pressuposts impossibles de complir confiats que després de ses eleccions es seus els obriran es grifó des crèdit. ¿De bon de veres ho creuen? ¿De bon de veres creuen que poden arribar a governar Espanya dient una cosa diferent a cada part des territori? ¿De bon de veres creuen que basta que es secretari general des PSOE aparegui amb una gran bandera espanyola darrera perquè sa gent oblidi tot lo altre?
Quan Ciutadans va presentar sa seva proposició no de llei a una desena de parlaments espanyols vostès varen aconseguir votar a favor, votar en contra i abstenir-se. Un prodigi. ¡I es text era es mateix! Aquí, com recordaran, varen optar pes no, en consonància amb sos seus companys de govern, que són es que realment els marquen es pas. Avui també votaran en contra d’un text que defensa coses tan essencials, tan democràticament essencials –perquè sense Estat de dret no hi ha democràcia possible–, com s’Estat de dret o sa cohesió i unitat d’Espanya.
Ciutadans, no fa falta afegir-ho, hi votarà a favor.
Moltes gràcies.
Por último, Olga Ballester ha intervenido en el debate relativo a la creación de una ponencia para elaborar una propuesta de texto de la Ley del tercer sector. Sus palabras han sido las siguientes:
El tercer sector social aglutina a entidades surgidas gracias a una ciudadanía organizada, una ciudadanía solidaria, que aporta soluciones y se implica. Una ciudadanía sensibilizada sobre las necesidades que afectan a determinados colectivos vulnerables y que impulsa el reconocimiento y el ejercicio de los derechos de las personas que integran dichos colectivos.
Estas entidades privadas sin ánimo de lucro (asociaciones, fundaciones, congregaciones religiosas, cooperativas, etc.) han registrado un crecimiento muy importante en los últimos 30 años y, hoy en día, son básicas en nuestro estado del bienestar, proporcionando a las personas de diferentes colectivos vulnerables una inestimable ayuda en su proyecto vital. Y no sólo a las personas repceptoras del servicio, sino también a sus familias.
Son organizaciones consolidadas, que proporcionan servicios de alta calidad y generan puestos de trabajo tanto para profesionales especializados como también para usuarios con políticas de inserción laboral. En este sentido cabe destacar que, anualmente, el tercer sector social islas baleares atiende a 60.000 personas y ocupa a 1.500 trabajadores.
Una ciudadanía organizada que durante muchos años ha llegado con su labor diaria, y no sin grandes esfuerzos y penurias pero con mucha voluntad, allí donde las administraciones públicas no han podido. Por ello creemos que es un deber de las instituciones reconocer su labor y reconocer la necesidad de contar con ellas para el diseño de políticas sociales de nuestra comunidad autónoma.
Desde Ciudadanos (C’s) somos conocedores de que una ley para el tercer sector es una antigua demanda de las organizaciones sociales, demanda que por otra parte nos parece justa y necesaria para poder diseñar un plan de política social integral, desde una perspectiva global, coordinado entre la Administración y la participación activa de toda la sociedad.
Una ley con la que se cree un marco estable que reconozca la labor activa en favor del desarrollo que realiza el tercer sector social, una ley que cree una regulación de las entidades que lo integran con el propósito de garantizar su estabilidad y sostenibilidad, y de esta manera ganar en calidad y profesionalidad. Una ley donde se regule y se impulse la interlocución del tercer sector con la Administración en políticas sociales aprovechando que aporta un conocimiento directo sobre las necesidades que afectan a determinados colectivos que son muy diversos, y aprovechando también que aporta soluciones y se implica.
Así pues estamos de acuerdo en la creación de una ponencia parlamentaria en el seno de la comisión de asuntos sociales para la elaboración de una propuesta de texto de la ley del tercer sector de baleares. Ponencia donde estén presentes los diferentes grupos políticos así como en la que puedan colaborar los representantes del citado tercer sector.